Es íncreible lo que te puede cambiar la vida en milésimas de segundos, como puedes pasar de la felicidad extrema a un agujero sin salida. Eso me paso a mi aquel día, aquel puto 25 de Agosto, cuando el destino, la vida o como quieran llamarlo te arranco de mi camino para siempre.
¿Por que tú? ¿Por que a ti? ¿Por que.. ¿Por que..¿Por que.. son preguntas que estan en mi mente día a día.
Echare la vista atrás, exactamente tres horas antes a lo sucedido, te recuerdo muy bien, ahí estabas con aquel pañuelo rosa que tanto me gustaba, con esa sonrisa que te caracterizaba, disfrutando, viviendo la noche al máximo como siempre lo hacías, bailando cada canción que sonaba.
Aun recuerdo como me cogias para bailar, o aquellos gritos de orgullo que soltaste cuando nos viste a Judith y a mi bailando en el escenario al ritmo de bachata.
Recuerdo como explicabas a la gente que era tu hermana y la gente no entendía que la catalana y la vasca serían hermanas..., y recuerdo todo lo que nos dijimos y todos los consejos que me diste aquella noche.
Cuando montaste en ese coche...y te dije: "Cuidado porfavor, te espero en casa, te quiero mucho mucho (como siempre recalcaba) " y tu me contestaste "Si, tranquila cariño, te quiero" no tenia nada que temer, en escasos 10 minutos iba a volver a estar a tu lado, pero no... aquella fue nuestra ultima despedida, y la mas dura que he vivido en mi vida. Sentí algo dentro de mi, una punzada en el pecho algo que me decía que algo no iba bien, entonces lo ví, ví aquella jodida ambulancia, y no pude hacer mas que correr hacia ti, tarde, pero a tu lado hasta el final, como siempre te prometí.
Agradezco a la vida haberme dado la grandisima suerte de vivirla a tu lado, pero esto no es justo, no es justo nada de lo que esta sucediendo, no es justo que te hayas ido dejando tanto aquí, pero prometo, y lo cumpliré me cueste lo que me cueste, que luchare por ti, y por tu verdad.
Te quiero Laia.
