Estas fechas demuestran que la riqueza no es tener más dinero, ni más bienes materiales. Hace dos Navidades, cuando, seguramente tenía menos, en realidad, sin darme cuenta, poseía muchísimo más; por que no había huecos, por que estábamos juntas, y los problemas no nos afectaban tanto.
Y hoy, llega la segunda Navidad, tu asiento vacío en esa mesa que antes significaba todo para todos. Quizás, ahora, también debería significar mucho pero faltan cachos, los mismos que al corazón.
La vida es esto, y es imposible que no duela, el tiempo me ha arrebatado a mi hermana y todos aquellos momentos que ahora se convierten en recuerdo. Pensamientos imborrables que se alejan pero que nunca voy a olvidar.
Estas fechas son contradicción, sí, por que son días que se llenan de luz y felicidad, pero tambien, de añoranza y abrazos sin destino. Y la verdad que es inevitable mirar atrás, al igual que es inevitable ponerse triste, tengo que aparentar ser feliz cuando en realidad, a veces, estoy rota.
Y sonreiré por ti, por esa persona que no está físicamente en la mesa, pero sí en mi corazón.
Feliz Navidad desde aquí abajo mi niña, sigue brillando igual que lo has hecho hasta ahora, yo no te ovido, ni lo haré jamás.
No sabes todo lo que te quiero...
