Te echo de menos, te sigo echando de menos cada día, te echo de menos porque tu siempre decidiste quedarte a mi lado, a pesar de todo, a pesar de nada, porque aguantabas cada tormenta a mi lado y me aguantabas a mi, incluso cuando ni yo lo hacía que eso sí tiene mérito. Tu sabías estar pero sobre todas las cosas sabías ser, incluso a kilómetros...
Me hiciste feliz siempre, me sacabas sonrisas sin darme cuenta, me hiciste aprender y crecer, ser mejor persona, aunque las cicatricen seguirían ahí. Me quedo con todo lo que me llevé de cada rincón que compartí contigo, y por supuesto de tu compañía, porque eso me hacía vivir. Me quedo con cada abrazo que me recompuso y con cada uno que me destrozo por ser de despedida, me quedo con todo ese cariño que supiste darme sin necesidad de pedirlo, con cada detalle bonito en cada viaje tuyo, y cada sorpresa.
La vida sigue, continua, pero yo no soy la misma sin ti, no olvidaré jamas ese día, en el que un pedacito de mi voló contigo...
-Nunca dejaré de vivir a corazón abierto por ti.
Tu pequeña.
